Día de muertos
Los
muertos se van cuando el olvido los sepulta
Una de las experiencias mas
dolorosas que puede experimentar una persona es la pérdida de un ser amado. El
espacio que dejan vacío en nuestras vidas parece ser imposible de llenar, la
manera en que atesoramos los recuerdos y vivencias parece ser la única manera
de lograr consagrar un recuerdo vivido y fresco.
La conexión espiritual,
sentimental y emocional que se realiza con las personas que te rodean no tiene
fecha de caducidad, todo lo contrario, al cuerpo humano.
Lloro
tu muerte y festejo tu vida
Si bien se puede decir que la
persona que fallece se lleva parte de tu ser, también podemos decir que el que permanece
en este mundo, conserva parte del ser amado.
En México el 1ero y 2do día del
mes de noviembre celebramos el día de muertos, no festejamos la muerte,
festejamos y enaltecemos a nuestros difuntos; la manera en la que vivieron, les
hacemos saber lo mucho que los extrañamos, y lo mas importante LOS MANTENEMOS
VIVOS EN NUESTROS RECUERDOS.
En México cada región o pueblo
tiene sus propias tradiciones, pero existe una que une a todo el país y esta es
la celebración del día de muertos.
La esencia de nuestros
abuelos, de ofrendar y recordar a nuestros muertos, permanece en su pureza... Por: Ricardo
M. Pilón A. http://calmcacanahuac-tepaneca.blogspot.com
Conservar nuestras tradiciones
es un aspecto al cual hay que atender con toda seriedad. Porque muchas veces
aquello resulta ser objeto de negocio y lucro, y en el que descaradamente pone
de relieve la distinción social de clases... Cierto es que llama la atención
ver una ofrenda tan ostentosa en elementos que gente pobre bien podrían decir
que "hasta en la muerte hay ricos y pobres"... Pero como bien dice la
canción:
"La
muerte no enseña el cobre, tampoco hace distinciones
lo
mismo se lleva al pobre, que al rico con sus millones
uno
va en estuche de oro y el otro en puros calzones
pero
pasadito el tiempo quedan igual de pelones"
¿Por
qué celebramos el día de muertos?
Demos partir del origen “aunque
no puede ser cuantificado de manera exacta” se calcula una antigüedad de mas de
3000 años, esto quiere decir que desde la era prehispánica nuestro pueblo ya
festejaba el día de muertos.
Las culturas prehispánicas como;
los Aztecas, Mayas, Purépechas, Nahuas, Totonacas,
entre muchos más, creían en la existencia de una entidad inmortal que da
conciencia al ser humano y que después de la muerte, esa existencia es la que
sigue su camino en el mundo de los muertos.
La celebración se llevaba a
cabo los primeros días de agosto, según lo indicado por el calendario azteca,
los festejos duraban todo el mes y eran en honor de Mictecacihuatl dama de la muerte “lo que actualmente conocemos como la catrina”. Las festividades
eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes
fallecidos.
Una de las celebraciones mas
relevantes es la de los aztecas; el festejo se realizaba en honor de Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl señor
y señora del Mictlán (9 regiones que tienen subdivisiones que
corresponden a distintas pruebas que el ‘muerto’ tiene que pasar, que depende
de cómo haya sido en vida, así como de las faltas que cometió mientras caminaba
por la tierra) las celebraciones eran acompañadas por sacrificios,
banquetes, ceremonias y rituales con los que se guiaba al difunto para
encontrar el camino al Mictlán.
Fue después de la conquista de
México en el siglo XV, que los españoles al contemplar con miedo los rituales
realizados por nuestros antepasados, decidieron terminar con un ritual pagano y
adaptarlo al día de todos los santos los primero días de noviembre.
La tradición del día de los
muertos no puede ser visualizada sin los hermosos altares.
Los altares tienen niveles, y
dependiendo de las costumbres familiares se usan dos, tres o siete niveles. Los
altares de dos niveles, los más comunes hoy en día, representan la división del
cielo y de la tierra; los de tres niveles representan el cielo, la tierra y el
inframundo, aunque también se les pueden referir como los elementos de la
Santísima Trinidad.
Cada escalón, es cubierto con
manteles, papel picado, hojas de plátano, palmillas y petates de tule; cada
escalón tiene un significado distinto.
En el más alto se coloca la
imagen del santo al que son devotos, en el segundo las fotos de los familiares
difuntos, en el tercero se coloca sal, símbolo de la purificación, en el cuarto
el pan "como alimento y consagración", en el quinto se colocan frutas
y la comida que más les gustaba a los difuntos, en el sexto las fotografías de
los difuntos, pata concluir en el último nivel se realiza una cruz con flores y
semillas.
No podemos dejar de mencionar
al copal e incienso " que purifican el alma y guían al espíritu hacia su ofrenda",
el arco decorado con flores simboliza la puerta que conecta al mundo de los
muertos. el papel picado como símbolo de la pureza y el duelo, sin olvidar a
las veladoras o cirios para iluminar el camino de vuelta a su morada.
El
camposanto
La visita a las tumbas de los
difuntos es una de las costumbres más placenteras, se inicia con la limpieza de
la tumba y colocación de flores y veladoras, un buen alcohol, comida “ la que más le gustaba al ser amado “y
porque no hasta música para festejar con nuestros difuntos, es un día de fiesta.
En
conclusión
En el día de muertos se canta
y baila con nuestros difuntos, los traemos al recuerdo en ese juego lúdico de
la vida y la muerte. Independientemente de que se tenga creencia o no en alguna
fé, es inevitable pasar por alto el recuerdo hacia aquellos que han dejado de
vivir. El mexicano no se burla y juega con la muerte como muchos sustentan en
sus discursos; sino muestra su mayor respeto hacia ella como un imperativo
categórico de que de la vida sigue la muerte. De ahí la razón e importancia de
ofrendarle con cosas de vivos ante la resignación de lo que es inevitable.
Redacción
e investigación SONAR
Edición
SONAR
Te llevo en mi mente y alma
todo el tiempo, deseando que nuestros caminos se vuelvan a cruzar en él Valhala, Mictlán, Naraka, Cielo o en cualquier
lugar fuera de este mundo.
0 Comentarios