Elogio (innecesario) de los libros

 

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Carlos Monsiváis

La lectura dista de ser prioridad para la mayoría de las personas con la habilidad adquirida, como bien lo indica Carlos Monsiváis el costo de los libros no es lo más accesible que existe para los estudiantes de la educación pública, si bien existen bibliotecas públicas, no son suficientes para dar abasto al universo estudiantil. Esto hablando de libros académicos o de temas escolares, pero ¿Que pasa si hablamos de literatura, poesía, filosofía, etc? Podemos encontrar que la mayoría de los libros que tratan de imponer (mercadotecnia) son en su mayoría americanos, y como bien comentaba Monsiváis, son bestsellers o libros de autoayuda – superación personal. 

El relato como marco de un poema, realza opiniones, complementa la racionalidad, la fantasía y ayuda a crear una atmosfera idónea para la combinación de palabras. Como lo afirma Borges “no vivo para leer, leo para vivir”. Los que leemos podemos entender el contexto de tal afirmación, el desdoblamiento que sufrimos al leer no se logra con ningún otro medio, ¡¡Si bien podemos indicar que con una buena lectura puedes perderte por horas sin eso!! Sin el sentido del tiempo. Porque leer bien es sinónimo de adentrarse en mundos donde somos vulnerables, pero también donde jamás seremos ajenos.

Bien dicen que un pueblo leído es un pueblo libre, quizá de ahí parte el ideal de los gobiernos para mantener políticas donde no se le da importancia a la cultura de la lectura, como referente histórico queda la afirmación del ex secretario de hacienda de México en el gobierno de Vicente Fox , Francisco Gil Diaz, donde indica que por culpa de los intelectuales nadie lee, esto por no hacer poco interesantes sus textos.

Quizá parte del analfabetismo funcional es por la incapacidad de las escuelas para actualizar métodos de enseñanza, el abandono a la literatura, el desbordamiento de deserción por falta de recursos “como estudiar si no tengo para comer”

En algo podemos estar seguros la falta de interés por la lectura no es un problema que se pueda resolver con campañas de promoción, o precios accesibles, la cultura de aprende desde pequeños, el amor a una biblioteca se puede inculcar desde la niñez, y como ejemple están los cuentacuentos, quien mejor para insertar esa emoción por las letras, la gramática y la retorica si no son esos fascinantes literatos – actores, que ha como le ponen emoción a sus participaciones.

 Estoy de acuerdo con lo planteado por el autor de la antes citada reflexión,  el amor por la lectura no es algo que se aprenda con el paso de los años, no algo que se pueda inculcar a una edad avanzada, si no detenemos la invasión de los medios comerciales a la intimidad de nuestra psique no lograremos implementar una sana cultura, aun recuerdo varios de los primeros libros que leí y la edad que tenía, esa sensación de satisfacción al terminar un libro, y esa necesidad de conseguir uno mas ( si se puede del mismo autor mejor) es lo que va dando sentido a una necesidad personal por aprender, no como los clásicos, pero como lograr una buena retorica si no consulto fuentes para dotarme de información. Ojalá pronto logremos pasar de esos 4 libros y seamos una nación de lectores asiduos, tengo fe en que eso ayudara a una mejor realidad social.

 

Fuentes de consulta: https://www2.politicas.unam.mx/sae/wp-content/uploads/2014/09/ElogioCriticaLectura.pdf

Redacción e investigación Sonar

Edición Sonar

Imágenes: https://mundoeditorialblog.wordpress.com/2016/04/28/cl-01-elogio-innecesario-de-los-libros/

By SONAR


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